Esta escultura-objeto construida en el año 2004 «Para nosotros ha sido mejor oír que decir» nace para criticar y/o reflexionar sobre temas que nos atañen a todos y terminan siendo finalmente un reflejo de la sociedad. Que bajo el prisma exportador del sistema todo lo bueno lo tenemos dentro, una sociedad siempre impecable, de vanguardia, destacada, honesta, obediente y buena. También a manera de reflexión de todo un contexto político y social evidente, debido a las fuerzas de poder. Que son las que dictan las normas, que se establecen como prácticas colectivas. Y no acatarlas puede distorsionar la ruta de tu destino.
Estos discos de acetatos. Desechados en el almacén de una tienda en un centro comercial de la Habana. Contienen temas musicales de artistas cubanos. En algunos casos salieron de la isla y no les permitieron regresar. Porque su pensamiento no concordaba con la ideología impuesta. Sin embargo también habían discursos de la era soviética en la isla. Para nosotros era muy relevante toda la memoria que había en ellos, abandonada y desamparada, que no pertenecían a nadie. Porque los que un día decidieron cambiar de ideología, no tenían derecho a regresar. Y ahí estaba su trabajo, convertidos en restos marginados.
Convertimos estos discos en una tarja homenaje a todo el trabajo artístico reunido en ellos, y grabamos en bajo relieve la frase que da título a la pieza.

